Cuando calle el olvıdo
y la luna no se ponga en prımavera
volverá tu cuerpo
a pegarse con mi sombra.
A la vez que el lado oscuro de mi ser
llore en la eterna soledad.
¿Volverá tu candela a iluminar
mi alma débil llena de sueños dormidos?
Cuando hable el silencio
y un ángel apuñale mi rostro,
brillará el cielo
como anuncio de eterna paz,
bajo el sonido roto
de lágrimas al caer sollozando,
volveremos a encontrarnos,
de un regreso sin final.