La historia de nuestra querida España a mediados de los años 50 del pasado siglo, manifiesta el éxito cosechado por algunos deportistas en el ámbito internacional. Los aficionados recibían con júbilo las victorias y los propagandistas políticos las aprovechaban. El deporte español fue, durante los casi 40 años que duró el franquismo, un reducto desatendido por una administración indiferente que sólo se apuntó a la fiesta de los escasos pero importantes y sorprendentes éxitos que se obtuvieron. Fueron tiempos en los que , sin ningún tipo de recursos, ni de planificación, ni de base física, sólo un puñado de esforzados más que deportistas brindaron algunas alegrías a un país depauperado y en el que los complejos de inferioridad venían impuestos por el propio régimen. Es muy estimable, dado el nulo trabajo de base que se realizaba con los chavales y la ausencia de todo tipo de infraestructuras, lo que consiguió el Real Madrid en las Copas de Europa de fútbol y de baloncesto, o dos de los momentos más brillantes en la historia de la selección española de fútbol con el cuarto puesto en el mundial de 1950 y el triunfo en la Eurocopa de 1964, o los logros de los deportistas aparecidos de la nada como Mariano Haro, Federico Martín Bahamontes, Joaquín Blume, Guillermo Timoner, Manuel Santana, Ángel Nieto o Paquito Fernández Ochoa. Pero el régimen no invirtió en el deporte y la Delegación Nacional de Deportes vivió sin apenas recursos y sólo empezó a recibir algún dinero con la implantación de las quinielas en septiembre de 1964. El fútbol ya era el deporte rey y, por eso, el torneo eliminatorio por excelencia pasó a llamarse Copa del Generalísimo. El 14 de mayo de 1939, a los 4o días del final de la guerra civil, dio inicio el torneo cuya final se jugó en el estadio de Montjuic. La ganó el Sevilla por 6-2 al Racing de Ferrol. El fútbol español empezaba a contar con una selección repleta de ídolos como Zarra, Gaínza, Basora o Ramallets. Tras 12 años de crisis y bloqueos, el Mundial se reanudó en Brasil en 1950. El torneo despertó una enorme expectación en España y la selección respondió de forma espléndida. Fue cuando España ganó por 1-0 a Inglaterra, con un gol de Zarra en un partido épico descrito por la prensa como una venganza por la ocupación de Gibraltar por Gran Bretaña. La narración radiofónica que efectuó Matías Prats ha pasado a los anales tanto como el telegrama que le envió el presidente de la federación, Armando Muñoz Calero a Franco:"Caudillo hemos batido a la pérfida Albión".
La perspicacia de Santiago Bernabeu le llevó a participar en el proyecto para concebir y organizar una Copa de Europa que empezó a disputarse en 1956 y cuyas cinco primeras ediciones ganó el Real Madrid con marcadores abultados, más propios de encuentros de balonmano (!qué casualidad!).
Precioso y lindo final en su regio comentario sobre el deporte en "esos años locos"....
ResponderEliminarPARA SABER DONDE ESTAMOS EN LA ACTUALIDAD ES NECESARIO CONOCER DE DONDE VENIMOS Y EL DEPORTE, COMO OTRAS VERTIENTES, ES FIEL REFLEJO DE LA EVOLUCION...(CUANDO LA HUBIERE)
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