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martes, 5 de enero de 2010

"AH, PER BACCO, LO NON CAPISCO NIENTE. SIAMO UNA GABBIA DE PAZZI!"


La revolución de 1868 supuso el intento más serio del S.XIX por instaurar un régimen democrático de raiz liberal que sustituyese al liberal doctrinario que había imperado en los últimos 30 años. Dos grupos fueron los artífices de la revolución; 1) la coalición formada por progresistas dirigidos por Prim, que aportará prestigio a la coalición y los demócratas que aportan una plana de intelectuales y propiciarán la adhesión de las masas populares. Al final de la revolución el partido se escindirá en monárquicos comandados por Rivero y republicanos a cuyo frente estaba Castelar que a su vez se dividirán entre federalistas (Pi i Margall) y Unionistas; 2) el segundo grupo fue el de La Unión Liberal dirigida por Serrano y que aportaba el carácter conservador.
Las clases populares también se dejaron sentir en esta revolución. Mientras tanto, los moderados dirigidos por Cánovas del Castillo y los Carlistas se opondrán a la revolución de 1868.
El levantamiento se inició en Cádiz con el pronunciamiento de Topete. A raíz de este acontecimiento se convocaron elecciones por una Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal y que dieron mayoría a los partidos que hicieron la revolución (progresistas, unionistas, republicanos y demócratas). Se elaboró y aprobó la Constitución de 1869, siendo ésta la más avanzada y la primera demócrata de nuestra historia. Se establece una Monarquía parlamentaria, la Soberanía Nacional, el Sufragio Universal masculino, la libertad de culto, y un numeroso compendio de derechos de los ciudadanos. Sin embargo, faltaba la pieza fundamental del nuevo sistema: el rey.
Amadeo I de Saboya, hijo de Manuel II de la Casa de Saboya, y de Mª Adelaida de Austria (bisnieta de Carlos III) fue el elegido rey de España por una gran mayoría de parlamentarios, después de que Isabel II fuera expulsada del trono español en 1870. Fue un hombre de firmes convicciones constitucionales, como Rey de España. En realidad, Amadeo I como candidato de Prim y de los adeptos progresistas y demócratas, era sólo el candidato de una parte de la coalición de Septiembre. Por otra parte, contaba con la oposición de los republicanos carlistas, parte de la aristocracia que se inclinaba por los Borbones, y un amplio sector de la Iglesia.
Cuando Amadeo I desembarcó de la fragata Numancia en Cartagena el 30 de diciembre de 1870, fue recibido con la noticia del asesinato del general Prim en Madrid. Tras jurar la Constitución, encargó la formación de gobierno al general Serrano.
A pesar de haber resuelto el problema de continuidad monárquica, España continuaba sumida en una gran inestabilidad. Los partidos políticos en la oposición además de apoyar al borbonismo no dejaban de conspirar contra Amadeo I. Por otro lado, las ambiciones de políticos como Serrano, Sagasta, Ruíz Zorrilla, Martos o Ulloa hicieron que el gobierno fuera incapaz de desarrollar sus funciones con toda normalidad y abdicase en 1873, con solo tres años de reinado. Así se entiende que exclamase Amadeo I ; "Ah per Bacco, lo non capisco niente. Siamo una gabbia de pazzi" (Por Baco, no entiendo nada. Esto es una jaula de locos".

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