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jueves, 16 de septiembre de 2010

LA INCREDULIDAD EN EL S.XVI

La frase más significativa de lo que debe considerarse propiamente una expresión de materialismo es la siguiente: "No hay sino nacer y morir". La hallamos docenas de veces en los procesos inquisitoriales desde el siglo XV, tal como lo reproducimos o seguida de palabras "como bestias". Algunas veces la pronuncian cristianos viejos en momentos de turbación. Se cuenta, por ejemplo, que en 1521 un tal Alonso Peralta, conmovido por la ejecución del jefe comunero Juan de Padilla, gritó: " Si Dios ha permitido tal cosa es que no existe; sólo podemos creer en una cosa: nacemos y morimos". No obstante, en la mayoría de casos esta frase revela el origen judío de quienes la pronuncian. En efecto, desde finales del siglo XIV, las corrientes averroístas y racionalistas habían conseguido adeptos entre los judíos y los conversos. Entre los que pertenecían a las élites, algunos tendían a dar una interpretación simplemente alegórica de la Torah; preferían la moral de Aristóteles a los preceptos de la Ley, y muchos no creían ya en la providencia ni en la inmortalidad del alma. Fue entonces cuando comenzó a propagarse la frase "el hombre es un animal como los demás: nace y muere y, después de la muerte, regresa a la nada". Escindidos entre el cristianismo y el judaísmo, muchos conversos cultivados acabaron por ser indiferentes en materia de religión; ya no creían en nada. En ese clima intelectual se elaboró esa obra tan desconcertante salida de la pluma de un converso, la Celestina: no es una obra cristiana, por supuesto, pero tampoco se descubre en ella la expresión enmascarada de un pensamiento o una moral judía; los personajes se mueven en un mundo que no es ni cristiano ni judío, un mundo secularizado y laico. Spinoza también se educó en esta atmósfera, cosa que nos permite comprender ciertos aspectos de su obra. Para los inquisidores, utilizar esta frase era indicio inequívoco de proceder de una familia judaizante, o de hacer profesión de materialismo.
El pueblo llano hacía una interpretación libre del sexto mandamiento. Sabían que no había que desear a la mujer del prójimo, pero no consideraban que la simple fornicación fuera pecado. Se bromeaba al respecto: ¿Cómo va a ser pecado hacer almas para el cielo? Un pastor de Ronda es perseguido en 1582. ¿Qué delito había cometido?. Explicar a un amigo la siguiente historieta; un día, Jesucristo sorprende a San Pedro haciendo el amor con una posadera; ¿qué haces ?, le pregunta, y san Pedro le responde: multiplico la especie; de acuerdo, replica Jesucristo, pero date prisa.... Acostarse con una mujer soltera o con una prostituta no es pecado, piensan muchas personas; de ser así, ni el papa ni el rey autorizarían la existencia de los burdeles. En 1573, la Inquisición considera herético decir que las relaciones sexuales fuera del matrimonio no son un pecado mortal y, a partir del año siguiente, ese delito se incluye en el edicto de fe; se invita a los fieles a denunciar los casos que conozcan, pero mucho antes ya se había comenzado a perseguir a quienes se expresaban en esos términos. En 1585, un inquisidor de Galicia justificaba esta indulgencia: la mayoría de los campesinos no han recibido ninguna instrucción religiosa; no tienen ninguna intención herética, simplemente no saben lo que dicen.

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