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lunes, 5 de abril de 2010

INMIGRACION ACTUAL ESPAÑOLA Y SUS CONSECUENCIAS




















Está claro que uno de los principales conflictos con los que cuenta la población actual es la inmigración. Desde hace algunos años países que tenían tradición de enviar población a otros muchos más desarrollados, como el caso de España, están viviendo la llegada masiva de emigrantes desde las zonas más pobres de Europa y el Norte de África.
De acuerdo con su situación pueden clasificarse en tres grupos : los ciudadanos nacionalizados tras varios años de permanencia en el país que pasan a ser españoles de pleno derecho, los inmigrantes legales que obtienen todos los papeles reglamentarios conservando su nacionalidad de origen, y los extranjeros ilegales más difícil de contabilizar. Los inmigrantes proceden mayoritariamente de Europa, sobre todo de los países de la zona este, de África principalmente de Marruecos, de América Latina destacando Colombia, Ecuador, Argentina y la República Dominicana y de Asia siendo los ciudadanos chinos y los filipinos los mayoritarios.
Hay otro tipo de inmigrantes, que son los comunitarios, que suelen ser jubilados que aprecian las buenas condiciones climáticas de zonas como el litoral mediterráneo o adultos atraídos por las posibilidades de trabajo y de negocio. Los inmigrantes extracomunitarios y extraeuropeos suelen intentar buscar una nueva vida debido a motivos económicos y carencia de recursos en sus países de origen. Son predominantemente jóvenes que realizan trabajos de baja cualificación en la construcción, la minería, la agricultura, la pesca o el servicio doméstico.
Las consecuencias de todo este nivel de inmigración se pueden apreciar desde diferentes planos. Ellos tienen una estructura demográfica más joven debido a que controlan menos la natalidad y este hecho contribuye a frenar el brusco descenso de la natalidad española e incluso asegurar el relevo generacional. Económicamente ya se ha indicado que los inmigrantes suelen desempeñar las tareas más duras y peor remuneradas, las no deseadas por los trabajadores de cada país.
Un reciente informe de la ONU estima que en los próximos cincuenta años será necesaria la llegada de doce millones de inmigrantes para mantener el actual nivel de vida que se está alcanzando en los países receptores. Pero sobre todo esta masiva entrada de inmigrantes está provocando desórdenes sociales ; su aumento ha hecho creer entre algunos colectivos la idea de "invasión" y el temor a la reducción de la identidad nacional. Estos temores están en la base de muchas de las actitudes xenófobas o racistas que consideran necesaria la devolución de estas personas a sus países de origen para evitar un "efecto llamada" que haga aumentar la inmigración clandestina. Muchos de ellos, sobre todo los ilegales, padecen duras condiciones laborales (salarios bajos, largas jornadas de trabajo, ausencia de seguros), eso quien tiene trabajo, porque con motivo de la actual crisis financiera la gran mayoría está en paro y en unas condiciones críticas. Es evidente el hacinamiento que padecen. Es por todo esto, por lo que se les responsabiliza de forma justa en algunas ocasiones e injusta en otras de diversos delitos sociales como el tráfico de drogas, el crimen organizado, la prostitución y la mendicidad. Las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas hacen difícil su integración y pueden suscitar tensiones con la población autóctona.

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