Translate

miércoles, 6 de octubre de 2010

EL RECUERDO DE UN MAESTRO







Con la muerte de Ramón Gaya, en 2005 desapareció el último pintor de la Generación del 27 y uno de los mayores representantes del exilio artístico español. Deja una obra compuesta por más de 2.500 cuadros en colecciones privadas y públicas de Europa y América.
Premio de las Artes Plásticas en 1997, Gaya falleció en su domicilio de la calle Poeta Querol de Valencia donde solía pasar la temporada veraniega.
Gaya fue el primer galardonado con el Premio Velazquez de las Artes, el año 2002, en reconocimiento a la larga trayectoria de un artista que decía encontrar su inspiración en "Las Meninas", sobre todo, y en Tiziano, Rembrandt y Rubens.
Gaya nació en Huerto del Conde (Murcia) el 10 de octubre de 1910. Aún siendo niño inició su carrera artística en el estudio de Pedro Flores y Luís Garay, y con sólo 10 años participó con un cuadro en una exposición colectiva.
Tras un viaje a Madrid, donde conoció a varios representantes de la "Generación del 27", como Juan Ramón Jiménez, Alberti, García Lorca y Bergamín, se trasladó a París en 1928, con una beca del Ayuntamiento de su pueblo. Allí expuso con Flores y Garay en la Galería "Les Quatre Chemins, y conoció a Picasso, Bores y Corpus Barga, entre otros.
A su vuelta a España, y decepcionado por las vanguardias, se dedicó al paisaje, una modalidad con la que en 1935 obtuvo el segundo premio de Pintura de los Concursos Nacionales.
Durante la Guerra Civil residió en Valencia y en 1937 formó parte de la redacción de la revista "Hora de España" con figuras como Dieste, Altolaguirre, Gil-Albert, Serrano Plaja y María Zambrano, con la que tuvo una gran amistad.
Con otros intelectuales, fue miembro de la Alianza Republicana por la Defensa de la Cultura, que tuvo su sede en Valencia- donde estaba entonces el Gobierno- y que fue el organismo que encargó a Picasso el "Guernica".
En 1937 participó en la Exposición de París con dos cuadros, uno de los cuales, "Espanto", hoy en el Museo de Arte Moderno de Barcelona, le valió el premio de los Concursos Nacionales de 1938.
Acabada la guerra, y a su salida de un campo de concentración francés, tuvo conocimiento de la muerte de su esposa, Fe Sanz, en un bombardeo de Figueras en 1939.
Se exilió a México, donde pasó 14 años y donde realizó gran parte de su obra, en especial sus célebres "Homenajes", una continua referencia a los clásicos españoles.
En 1952 regresó a Europa, para residir primero en París y después en Venecia. Cuatro años más tarde marchó a Roma, donde vivió casi dos décadas. Su primer viaje a España tras el exilio lo realizó en 1960. Fue en esa época cuando vio la luz sobre su libro "El sentimiento de la pintura", y 10 años más tarde publicaría "Velázquez, pájaro solitario".
A partir de 1974 alternó sus estancias entre Valencia, Murcia y Madrid, en unos años de intensa actividad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario